Darse el lujo de un año sabático en Nueva York, dedicarse a aprender alemán como su quinto idioma, después del catalán, español, italiano e inglés, promover el acercamiento familiar intenso con su esposa y tres hijos, leer novelas a gusto, pasear cómodamente por el Central Park, deshacerse de toda prisa y analizar con calma las múltiples ofertas para regresar al futbol a dirigir al Chelsea o al Manchester United o al Milán o a cualquier otro equipo de primera línea mundial es un privilegio que sólo se pudo dar Joseph Guardiola después de una estela de triunfos inigualables en la historia del futbol.
Como él dice “nací en un pueblito de un país pequeñito”, revela su afán independentista de Cataluña. Vino al mundo en 1971. Su universo entero se redondea en un balón de futbol para él. Desde pequeño estuvo pegado a un balón. Su fisonomía espigada le facilitaba moverse a sus anchas por el campo de futbol, por muy improvisado que fuera.
A los once años, el descubridor de talentos del barza, Carles Naval, lo quiso fichar para llevárselo a La Mesiá, la cantera del club Barcelona, pero sus padres se opusieron y no lo dejaron ir. Su madre cuenta “a los 13 añitos vinieron otra vez y me lo robaron, se lo llevaron y lloré mucho”. El papá relata “mi hijo tiene dos polos, es muy sensible y por otro lado es muy fuerte de carácter”.
Carles Naval relata que presentó su opción diciendo: “he descubierto un chaval que sabe interpretar el futbol de una manera admirable y quiero traérmelo”. Fueron a verlo y así comenzó su carrera en el FCB (el Barcelona).
Su perfil de personalidad describe particularidades opuestas. Mientras sus padres, su hermana y sus amigos nos refieren a un Joseph tímido, callado, reflexivo e introvertido; sus compañeros de equipo refieren a un tipo que no paraba de hablar en la cancha, diciendo a otros lo que deberían hacer, era una extensión del entrenador en el campo de juego. “Parecía que él había entendido lo que el entrenador quería y los demás necesitaban recordatorios sobre la marcha”.
Como jugador participó en la conquista de la Medalla de Oro para España en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992. Ganó 6 ligas, 2 Copas del Rey, 4 Supercopas de España, 1 Copa Europea, 1 Recopa de Europa y 2 Supercopas de la UEFA. Su director técnico fue Johan Cruyff que integró el “dream team”. Se convirtió en el maestro a seguir para Guardiola. Siempre jugó como centrocampista, “el que dirigía la orquesta”. Su obsesión era ganar para el Barcelona tantos títulos como los ganó Cruyff.
Se retiró como futbolista en 2005 jugando para Los Dorados de Sinaloa en México. Allí su gran amigo fue Bernardo Sáinz (hermano de Inés, la cronista de TV Azteca) y éste relata que Guardiola siempre le pedía quedarse más tiempo en los entrenamientos para ensayar jugadas. También relata que el “Loco” Abreu se burlaba de Guardiola diciéndole: “ya estás muy viejo, retírate, nos estás robando el aire”.
Tomó su curso para ser director técnico y se graduó en 2006, le dieron su primera oportunidad dirigiendo al Club Barcelona B de Tercera División, en un año lo hizo campeón para ascenderlo a la segunda división.
En 2007 el Presidente del club lo nombró Director de Entrenamiento, se dice que le ofrecieron ser el Director Técnico pero Guardiola no lo aceptó porque no se sentía preparado para ese reto. Un poco más de un año al frente del entrenamiento habrían de darle una visión más precisa del trabajo futbolístico.
En julio de 2008, para reemplazar a un grande (Frank Rikjaard) lo nombraron Director Técnico del primer equipo y al ser presentado dijo “no prometo que ganaremos algún título, pero sí que lo intentaremos y persistiremos. Sólo pido que os apretéis el cinturón porque la pasaréis muy bien”. Su aspiración es recuperar el espíritu de los 17 años de edad, en que se juega por placer y lo nota en el brillo de los ojos de su equipo.
En esos días fue a visitar a su madre y le dijo “reconozco que valgo más como entrenador que como jugador”. Vaya que sí sabía su esencia, se conocía muy bien.
Una de sus primeras decisiones como nuevo Director Técnico fue cortar a las estrellas del Barcelona: Ronaldhino, Deco y más adelante a Samuel Etó. Este último le dijo “tú fuiste un buen jugador, pero nunca un jugador extraordinario, ni sabes lo que es eso”. La razón: Guardiola le pidió que jugara por el centro y Etó se fue a la lateral y desde allí metió un golazo que le dio un título al Barcelona.
Desde sus primeras decisiones Pep Guardiola dejó en claro que valoraba más la disciplina que el talento individual. Andrés Iniesta se refiere a él diciendo que “es un tío que te motiva, te contagia su entusiasmo y tiene ideas muy claras de cómo enfrentar al contrincante”.
Su acercamiento con sus jugadores está fuera de toda duda. Tiene entrevistas individuales, los conoce a fondo, sabe sus fortalezas y debilidades para encontrarles la posición donde puedan lucir al máximo en el campo de juego.
De julio de 2008 a junio de 2012 ganó 14 títulos, todos envidiables. En 2009 logró los seis títulos más importantes a los que pueda aspirar un equipo europeo, incluyendo el Mundial de Clubes. La Asociación de Directores Técnicos lo nombró el Director del Año. Ningún otro club europeo ha logrado la hazaña de conquistar en el mismo año los seis títulos a los que aspira. Guardiola superó a su maestro Johan Cruyff que logró el triplete, al igual que Ferguson, Mourinho y Van Gaal.
Al retirarse del Barcelona logró despertar el asombro de sus fieles seguidores. Jorge Valdano el estudioso del futbol afirma que “todo triunfo debe ser consecuencia de una superioridad moral, no solo futbolística”, atribuye a Guardiola el mote del “Steve Jobs del futbol” por su creatividad, su búsqueda permanente de la perfección y su capacidad de arriesgarse con esquemas inéditos, no probados antes por nadie más.
Así llegamos, pues, al departamento donde vive en Nueva York. Después de analizarlo, decide pedirle al Bayern Munich un contrato por tres años y un pago anual de 17 millones de euros. Rummenigge y los otros miembros del Consejo Directivo del equipo le piden setenta y dos horas para acordar en conjunto. Le responden que sí y lo contratan. Se convierte en el entrenador mejor pagado del mundo. Lo presentan el 24 de junio de 2013, justo al año de su retiro del Barcelona.
¿Dónde está la esencia de su liderazgo?
En el conocimiento profundo de la lógica interna del futbol y en saber capitalizar ese conocimiento trazando líneas de acción claras y bien definidas para su equipo y a continuación conseguir que a base de una disciplina rigurosa realicen en el campo de juego lo que él ha diseñado.
SU GRAN RETO: conseguir en el Bayern Munich los mismos resultados que en el Barcelona pero con un método diferente. No quiere repetirse.
La clave está en jugar con los pies con la misma velocidad y rotación con que se juega con las manos en el basquetbol. Nadie con una posición fija, sólo zonas y al interior de ellas toda la rotación y movilidad posible, el contrincante no debe saber quién juega cuál posición. Es la manera de sorprender al equipo contrario. Eso pretende, ¿lo logrará?.
A Pep Guardiola le gusta una plantilla amplia para que la participación de los jugadores sea muy variada, su rotación permita aligerar la carga y se eviten lesiones. Esto contradice a Mourinho quien afirma que lo mejor es “una plantilla corta, para lograr mayor intimidad al interior del equipo y obtener un mayor rendimiento”.
¿Quién tiene la razón? Es evidente que los resultados en el futbol son cuantitativos y no admiten discusión. ¿Algún parecido con la vida empresarial? Saca tus conclusiones, estimado lector.
RECUERDA: SI QUIERES TENER ÉXITO COMO ENTREPRENEUR, COMIENZA POR SER UN INTRAPRENEUR.
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¡HASTA EL PRÓXIMO MIÉRCOLES!
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P.D. No olvides leer el Reporte Especial INTRAPRENEUR.