En ocasiones una sola declaración proporciona la idea de la calidad de quien la emite. El empresario Carlos Slim declaró a Bloomberg, y lo reprodujo el periódico Reforma: “Estoy optimista que con las bajas tasas en el largo plazo, las oportunidades para invertir en nuestros países (toda la América Latina) son considerables”. Agregó: “Tenemos que aprovechar esta GRAN VENTANA mientras dura”.
Un verdadero estratega busca estas ventanas de oportunidad y les toma el pulso para entrar en acción con la mayor anticipación posible, ganándoles la partida a sus competidores.
Las evidencias están a la vista. Carlos Slim tiene participación en distintos grados en más de mil empresas, procurando que todas ellas puedan producir efecto sinérgico para generar compras entre ellas que aumenten sus ganancias. Ejemplo: los empleados de Telmex y Telcel se hospedan en hoteles del grupo OSTAR y así en combinación de más de 15 sectores, aparentemente independientes uno del otro.
Como es natural debemos considerar que Slim cuenta con un grupo de asesores expertos, es de suponer que paga a los mejores que pueden conseguirse. Como cuando compró Sears, de manera rápida consiguió al mejor director de compras, de logística, de comercialización, etc. seduciendo a quienes ya tenían puestos semejantes y carrera exitosa comprobable en tiendas departamentales.
Ahora, con la nueva Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión demostró su visión anticipatoria con lujo. Antes de que dicha LFTR entre en vigor (14 de agosto de 2014) Carlos Slim ya realizó los movimientos que le permitieron elevar el valor de las acciones de su empresa América Móvil con una utilidad de más de 6800 millones de dólares. Si alguien pensaba que lo iban a destruir con esta Ley, resulta que su ventana de oportunidad la vio mucho antes.
Es de admirar que todo ese tiempo en que el PRD obstaculizó el avance de las decisiones finales fue a favor de todos los movimientos que llevó a cabo Slim para encontrar compradores extranjeros (y seguramente a buen precio) a todo lo que tiene que deshacerse para no ser un agente preponderante.
Paralizarse en la posición de agente preponderante que ya se veía venir hubiera significado compartir su infraestructura sin cobrar un centavo a los nuevos y viejos participantes en el sector de telecomunicaciones. Al desprenderse de la preponderancia ya podrá cobrarles de acuerdo con las tarifas que le autorice el Instituto Federal de Telecomunicaciones (pero no gratis).
Se estima que Slim contará con más de 26,000 millones de dólares para invertir en otros rubros, en particular en el energético. Es probable que al estilo de las ventas de acciones de Banamex y Grupo Modelo, consiga un intercambio de acciones que le permitirá a su vez, ampliar su participación en el mercado de Estados Unidos y Canadá.
Es oportuno preguntarse ¿y mi línea celular de Telcel a quién se le quedará?, ¿me pedirán permiso?, ¿consideró el interés de los usuarios el legislador o más bien se limitaron al interés de los empresarios?
Lo que sí queda claro es que Slim incrementará su participación en Colombia, Perú y Brasil, no solo en los negocios de telecomunicaciones sino en muchos otros, al fin que esos 26,000 millones le dan para eso y mucho más.
Por ello resulta sobresaliente el encontrar esas VENTANAS DE OPORTUNIDAD con anticipación, ese es el arte de hacer prosperar los negocios. Por ello los gastos de “lobbing” son inversiones seguras que permiten conocer el rumbo que tomarán las decisiones legislativas que se cocinan a favor “del pueblo de México”.
¿Qué opinas?
Saludos y hasta la próxima.
Alfredo Esponda Espinosa
alfredo-esponda@cencade.com.mx